Baridà. Caminando en estado de alerta

Santuario

2008
  • Santaurio

    Santaurio

En verano de 1968 el autor acampó con su padre en un claro del bosque, cerca del río. Aquel prado, ahora con un perímetro menos definido y cubierto por una vegetación arbustiva, era un espacio controlado, mesurable con la mirada. Alrededor estaba el bosque, que marcaba los límites de lo previsible y de un presente perenne.

Cuarenta años más tarde el autor vuelve al lugar y recuerda. Hace fotos, se autorretrata. Este espacio y el recuerdo impulsan una especie de transfiguración que permite al autor trascender del tiempo perdido al tiempo histórico e iniciar su relato.